Elegir un donante no es solo un paso clínico, es una decisión profundamente emocional. Implica preguntas, miedos y un duelo legítimo cuando no se pueden usar gametos propios. Pero también puede ser una experiencia transformadora, guiada por el deseo de crear una familia con amor y conciencia.
El duelo silencioso de no usar gametos propios
Aceptar que no se podrá usar material genético propio puede ser un proceso doloroso. Muchas personas experimentan:
Tristeza por alejarse de una imagen idealizada de su hijo/a
Dudas sobre su capacidad para vincularse emocionalmente
Miedo al “qué dirán” o al juicio externo
Este duelo es válido. Reconocerlo es el primer paso para integrar la experiencia y seguir adelante desde la aceptación.
La importancia del acompañamiento psicológico
Contar con un espacio seguro y especializado permite:
Aclarar dudas con calma y sin juicio
Procesar el duelo genético
Reforzar el deseo de formar familia más allá de los genes
Prepararte para contar la historia con naturalidad al futuro hij@
El objetivo no es darte respuestas, sino ayudarte a encontrar las tuyas.
¿Qué se busca realmente en un expediente?
Más allá del color de ojos o del tipo de sangre, la mayoría de los pacientes busca una conexión emocional: valores, historia familiar, aficiones, pequeños detalles que permitan visualizar al donante como parte de su proyecto familiar.
¿Cómo le digo a mi hij@ que es de donante?
No hay una única manera, pero sí recomendaciones basadas en la evidencia:
Hablar desde edades tempranas, con un lenguaje acorde a su desarrollo
Mostrar orgullo y amor por la decisión tomada
Evitar ocultar la verdad o contarla como “última opción”
Presentar al donante como una ayuda generosa, no como una figura ausente
“Tú naciste gracias a una decisión llena de amor.
Recuerda: elegir gametos donados no es una renuncia, sino una elección activa y valiente. En Fertidonors estamos para acompañarte en cada paso de este camino, con ciencia, ética y humanidad.